La Rueda de la Encarnación es el ciclo de nacimientos y defunciones que nuestro cuerpo experimenta sucesivamente desde el primer momento de la encarnación. De manera que se desciende en la materia y en el mundo dual, y se empieza a crear karma. Y sólo se aprende a limpiar en vez en espiritualizar y encuentra su propia naturaleza divina.
Así, siguiendo el camino de la evolución espiritual, llegará el día de resolver todas las emociones y los bloqueos que quedaron sin resolver en cada una de sus encarnaciones, y encontrar la paz y la felicidad que surge de la conciencia real y al alcanzar la verdadera unidad entre cuerpo y mente y el equilibrio kármico en el conjunto del universo.
A partir de ahí ya no se reencarnará más porque por fin se liberó de su ciclo de encarnaciones en la rueda, es decir cumplió su ciclo en este mundo, las dimensiones son separadas y diferentes en cada espacio. Y entonces alcanzará el paraíso extraterrenal o el Nirvana, cada religión lo llama de una manera y todas, en muchos casos sin saberlo o pararse a pensarlo, apuntan hacía la misma meta, que es llevar al espíritu de cada individuo al plamno de existencia superior y pleno.
¿Qué podemos hacer para salir de la rueda de la encarnación?
Resolver y aclarar todo el karma que hemos acumulado durante toda nuestra vida pasada y presente. Cómo se podría imaginar no es un proceso fácil, ni rápido, pero hay algo que se puede hacer a lo largo de nuestras vidas para mejorar en algo nuestro futuro, pero tenemos toda la eternidad para hacer tantas cosas y poder cambiarlas según tu modo de actuar.
Lo que debemos hacer es tener en cuenta que el karma es un cículo, lo que significa que lo que aportemos a la rueda tarde o temprano volverá a nosotros, junto con lo que aporten otros individuos. Es por ello que si queremos limpiar nuestra energía kámica debemos aportar y sumar siempre positividad, jamás lo contrario; y de esas manera iremos sumando para acabar saliendo de la Rueda de la Encarnación.
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